Política sin Jóvenes


La política es una actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar ciertos objetivos. También puede definirse como una manera de ejercer el poder con la intención de resolver o minimizar el choque entre los intereses encontrados que se producen dentro de una sociedad. La utilización del término ganó popularidad en el siglo V A.C., cuando Aristóteles desarrolló su obra titulada justamente “Política”.

Según la publicación de un medio digital, la participación de jóvenes en aspectos políticos partidarios no sobrepasa el 2.2% de la población. Buena parte de la población joven no le interesa la política tradicional. Soy parte de la Generación “Y” o “millennials”, por lo tanto, no comparto la manera de hacer política tradicional, la que mis padres en su momento desempeñaron antes del siglo.  Las nuevas generaciones de jóvenes se resisten de participar en procesos políticos, principalmente partidarios por el hecho que no responden a nuestra identidad actual, cultura y demográfica.  La forma de hacer política ha cambiado en los últimos 25 años en nuestro país, entonces es fundamental comprender tales cambios.

Entre los cambios de hacer política destaco el crecimiento poblacional, nivel de educación política, polarización política y social, culturización y transculturización, migración e inmigración, desarrollo de nuevas tecnologías, fortalecimiento de procesos democráticos, agudización de la economía, mayor acceso a información, datos y casos, y la relación del poder social con el poder político y poder económico que hace 25 años atrás.

Referirme a políticas sin jóvenes es sinónimo de una práctica donde no nos identificamos con actuales políticos de corte tradicional, es decir; que yo como persona joven no me identifico a mis 25 años de edad, alguien que nació meses después de la firma de los “acuerdos” de paz, con la forma de hacer política, y por tal razón hay buena parte de la población joven entre los 18 a 35 años de edad no reconocen el hecho de “hacer política”, ya que se viene a la mente símbolos y personajes de connotada representación en nuestro país El Salvador los cuales no son ejemplos dignos de copiar o imitar en su totalidad.
La deformación de la política tradicional se traduce en perversión del sistema democrático, donde las expresiones de corrupción rompen el esquema de una verdadera política basa en solucionar problemas en base al bien común y la justicia social. Entonces el desencanto de participar en la política es tal que las actuales generaciones no se identifican con el hecho de ser protagonistas con un papel preponderante. Debo reconocer que hay jóvenes participando en aspectos políticos ideológicos y no aspectos de filosofía política como tal.

Plantón en su obra “La república”, manifiesta que la forma en la debía gobernarse un pueblo era a través de la observación de la realidad y la puesta a prueba de cambios y mejoras idealistas y que dicho trabajo debía estar a cargo de los seres más sabios de esa sociedad. Por su parte, Aristóteles, proponía un enfoque científico de la política, donde el análisis social se hiciera tomando en cuenta elementos psicológicos, culturales y sociales y estableciendo relaciones de causa y efecto. Además, manifestaba la necesidad de crear una clase media que atenuase la brecha existente entre los más ricos y los más pobres.

La comprensión de la política en todo caso en nuestra actualidad se ha basado principalmente a un ejercicio de clases, grupos de poder y subordinación de masas, donde la clase media es expectante de las relaciones de poder de las clases altas a expensas de la clase baja. Nos encontramos en un período crítico de participación escasa de jóvenes en política, por lo tanto, es válido decir que existe una política si jóvenes. ¿Tendremos una política sin jóvenes en esta coyuntura electoral? ¿Está lo suficientemente preparada la sociedad para ver a la juventud como verdadera protagonista en la política? O ¿Somos suficientes jóvenes con valor de liderar una nueva política?

Estoy consciente que en esta coyuntura electoral surgirán lideres jóvenes para competir y trasformar la política, buena parte de la población insta a la juventud en liderar una nueva política y que para obtener resultados de impacto se debe crear un antecedente y que un grupo de jóvenes se decidan a crear una política con jóvenes o una política joven.

La política debe integrar una diversidad de actores de la sociedad para poder tener legitimidad, no es simple hecho de cuotas, es elemento de reconocimiento de la actualidad social y política. Por lo tanto, es fundamental desarrollar una política con jóvenes en contexto para darle un impulso de energía en base a fomentar nuevas experiencias. No es lo suficientemente joven la política como desestimar con la experticia. La nueva política se debe desarrollar en base a la identidad geográfica, recopilación de las costumbres, aspectos jurídicos contemporáneos, inclusión de valores y ética.

Actualmente identifico diversidad de jóvenes con un interés de participar en procesos políticos, sean en un partido político, organización social o estudiantil. Pero el principal interés es acceder al poder político. Un 2.2% de toda la población juvenil participando en política parece poco en contraste con toda la población que está interesada en crear una nueva política. Pero reconozco que alguien debe abrir camino y servir de referentes ante una crisis política respecto al sistema partidario. Entonces debemos presentar alternativas diferentes en una decadencia de la clase política tradicional donde no cabemos mucha de la población.  La nueva política será motivada y dirigida en su mayoría por jóvenes profesionales, estudiantes, lideres organizativos, emprendedores sociales, empresarios jóvenes y referentes populares del espectro político. Entonces hablare de “políticas con jóvenes”. La política tradicional se agudizará al grado de entrar en desambiguación por el hecho que buena parte de quienes la conforman no ceden espacio a nuevas formas de pensar, lo que generaría un escenario de disputas y lucha del “nuevo poder” contra el “viejo poder”.


Una realidad latente es que muchas personas jóvenes entre los 18 a 35 años de edad no se identifican con los partiditos políticos tradicionales ni con sus dirigentes, existe una relación que política es principalmente lo partidario. La política es una ciencia y lo político un arte que algunas personas exageran y otras desempeñan de manera polifacética. No se quiere participar en politica es evidente, pero no se quiere participar en la política actual (tradicional) y esto se puede comprender por el desarrollo de las diversas generaciones del ser humano: Generación Interbellum, Generación Grandiosa, Generación Silenciosa, Baby Boomers (1945-1964), Generación X (1965-1981), Generación Y “Millennials” (1982-1994) y Generación Z (1995-actualidad). Por lo tanto, cada generación integra sus propias cualidades, intereses y necesidades. Así que hacer la nueva política se ha dicho. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El Capitalismo en El Salvador

Un panorama para la Tercer Guerra Mundial

El tercer partido político