Las dádivas públicas e incongruencias sociales

El Salvador como muchos otros países de la región latinoamericana ha pasado por saqueos, explotación de poblaciones autóctonas, transmutación cultural y lingüística, invasiones e intervenciones por países "potencias" que han configurado las diversas realidades de los países latinos. En la historia reciente se conocen de dictaduras, conflictos armados, masacres humanas, devastaciones ambientales las cuales se siguen presentando. El Salvador es un caso; somos un caso minúsculo con un gran peso historia que se olvida en cuestión de semanas.  La polaridad política existente configura y condiciona la mente de la población salvadoreña.  El detonante de la inseguridad parece ser que no es en sí el principal problema social del país,  mencioné ante medios que "el tema medioambiental debe ser prioritario más que el de seguridad ciudadana". La principal objeción para este artículo es que al leer las opiniones de personas en las redes sociales y más aún de escucharlas de jóvenes en la Universidad, colonia y en el transporte colectivo sobre la corrupción política genera en mi un impulso de transmitir mi opinión ante la corrupción.

La población salvadoreña cambia constantemente; puedo garantizar que cada acción que sale a luz pública sobre malversación y mala inversión de fondos públicos en dádivas y pasteles genera un estado de indignación y rechazo a la clase política, esto condiciona la mente de la persona un tiempo... también cuando se conocen de este otros aspectos como robo, desfalco, asesinatos etc. Pero; solo existe indignación.  ¿o será impotencia? La importancia traducida en la nula capacidad de generar una transformación del entorno existente, limitan el accionar, ¿o es simplemente conformismo? ¿Aún que puede ser miedo? Sí! puede ser miedo de realmente actuar! Porque capacidad hay, algo; pero hay. No es la capacidad deseada pero existe: organismos sociales de jóvenes, mujeres, sindicatos, estudiantiles, comunitarios y grupos particulares.

Conversando con un personaje de un importante organismo de Estados Unidos le dije "La situación de El Salvador no puedo atribuir la en gran medida a las prácticas intervencionistas de algunas potencias y naciones sobre nuestro país,  es también de reconocer la falta de liderazgo que ha existido y existe en El Salvador y la Región de  Centroamérica". Ahora bien, hay abusos de poder gubernamental; no sólo de Instituciones Públicas y partidos políticos,  también de empresas nacionales e internacionales y Organismos de cooperación. Todo ello se desarrollará con gran libertad de corrupción cuando los gobernados (ud y yo en sociedad) lo permitimos y dejamos que determinadas personas hagan sus "fiestas" con dinero proveniente de la administración pública. O más que permitir se olvida rápidamente con otro problema mayor o más alegórico. 

El detalle de invertir en mejorar aspectos diversos en una institución no debe de ser una agravante; la cuestión es en el momento y la condición de los sucesos que pueden generar rechazo e indignación social. En una sociedad como la salvadoreña dónde se alega aplicar una "contribución especial para seguridad", priorizar préstamos,  analizar aumento al IVA, entre otros reajustes parece toda una falacia cuando vemos claros ejemplos dónde una Asamblea Legislativa conformada por hombres y mujeres que dicen representar los intereses de pueblo, cómodamente respaldan adquirir algunas dádivas como pantallitas Led y otros artículos tecnológicos que suman casi el medio millón de dólares estadounidenses.  Es incómodo cuando nuestro país existen centros educativos en pésimas condiciones,  delegaciones policiales sin policías,  municipios sin un solo centro de atención médica,  y otras cosas más. 

La democracia en El Salvador es una fantasía por momentos ya que lo ideológico partidario está undiendo y empobreciendo al país, la delincuencia es una creación para justificar los DESFALCOS económicos y hacer creer que todo es falta de dinero. En realidad se optimiza poco, se descentraliza limitadamente, no hay focalizacion planificada ni austeridad en finanzas públicas. Todo lo mencionado con la limitada expresión de liderazgos precedidos en El Salvador y en puestos estratégicos empezando en la Asamblea Legislativa.  La gran cuestión también en parte de la sociedad salvadoreña que empieza a dimensionar el poder que poseemos y en esa evolución se ha permitido mucho y simplemente se alega conformismo y resignación. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El Capitalismo en El Salvador

Un panorama para la Tercer Guerra Mundial

El tercer partido político