El tercer partido político; segunda parte.
El tercer partido político
Segunda
parte
El contexto político partidario en El Salvador
está caracterizado por una polarización extenuante y un monopolio de
candidaturas a elección popular lo cual se concretiza en una desacreditación
social. Existen diversas encuestas donde
muestran que una de las razones por las cuales los electores no asisten a
emitir su voto es porque no creen en los partidos políticos ni en los
“lideres”. La conducta social del electorado, es decir de la población apta legalmente
para emitir su voto se ve atrofiado en su relación de su capacidad de proponer a personas para competir en algún cargo
público, la capacidad de postularse
como ciudadano no afiliado a un partido político respetando su individualidad, su capacidad de exponer ideas para
solucionar aspectos del bien común en lo local, departamental y nacional, su capacidad de elegir a una persona o
proyecto para gobernar y por ultimo su capacidad
de fiscalizar la conducta y el nivel de cumplimiento de dicho proceso.
Los actuales partidos políticos del sistema
electoral responden a un periodo ideológico, económico, demográfico, cultural y
social del siglo pasado. Nuestro sistema partidario se ha caracterizado en ser
un pluralismo polarizado, Sartori analiza la experiencia francesa desde
la V República, y se expresa en los siguientes términos: “…la fórmula de la Quinta República ha cumplido bien -desde 1958- el
propósito de reducir considerablemente la fragmentación del sistema de partidos
y de reconformar al sistema político francés convirtiéndolo en un sistema
bipolar”. (Sartori 1996, 26) [1]
durante. El bipartidismo en El Salvador
ha sido representado en “dos polos” electorales. Hasta en 1979 existía un polo
en la oposición y el partido gobernante constituía el otro polo. [2]
En el periodo 1982-1991 el sistema de
partidos sigue siendo bipolar (ARENA-PCN) posteriormente ante la crisis del
PCN, ARENA y PDC son los nuevos polos. Desde la década de los 70’s se fue configurando otro “polo” y son todas
las organizaciones sociales aglutinadas alrededor del FMLN con esta fuerza
política se crean tres polos. En la actualidad el sistema político partidario
se enfatiza por dos polos marcados con FMLN-ARENA y con matices de una disputa
de GANA, creando una triada partidaria o un entorno tripolar. [3]
Nuestro sistema actualmente según los plantea
Sartori es “multipartidismo polarizado”, somos un caso particular en el
continente latinoamericano. Mencione anteriormente que estamos siendo
gobernados por partidos del siglo pasado como lo es PDC (25 de noviembre de
1960), PCN (30 de septiembre de 1961),
ARENA (30 de septiembre de 1981), FMLN (10 de octubre de 1980), y CD (31 de
enero de 1994), GANA (16 de enero de 2010), FPS (17 de junio de 2011), PSP (1
de octubre de 2012), PSD (16 de agosto de 2013), DS (13 de septiembre de 2013)
siendo el último en inscribirse legalmente ante el Tribunal Supremo Electoral
hasta al momento.
El panorama para la constitución y o
surgimiento de una tercera fuerza política en El Salvador está desarrollándose
de manera paulatina y constante al grado de crearse el “tercer partido político”
el cual deberá reunir aspectos básicos como la integración de jóvenes y mujeres
en su mayoría, personas con alto impacto organizativo social, cultural,
regional y enfocado en los cambios nacionales e internacionales y no ser
constituido por las masas comunes de personas que han ostentado el poder por
décadas en nuestro país. El tercer partido político debería ser un partido
contemporáneo, es decir de esta década, no del siglo pasado, basado en
principios humanistas, progresistas, liberales y defensa de los derechos
humanos, con interrelación de lo público y privado, con ideas nuevas,
apostándole al crecimiento económico, seguridad social y libre expresión de la
diversidad humana. No precisaré que partido contemporáneo podría ser, ya que
aún es prematuro afirmar y solo se puede especular en base a un análisis de
proyección. La constitución de una
tercera fuerza política es necesaria y fundamental para despolarizar el
espectro político ya que garantizaría una relación del poder con el poder
basado en principios ciudadanos. Solo falta que la población con mayores
capacidades organizativas asuman el cargo y no dejar que las mismas
personalidades ejerzan política tradicional. Se debe hacer la diferencia.
Cuando escribí la primera parte de este artículo
ubicaba sin dificultad alguna a ese “Nuevo Partido” en el espectro político en
la posición del “Centro”, ahora bien, mantengo mí conjetura que debe ser del “Centro
Izquierda o Centro Derecha”, cambiando este pequeño cuadrante:
Supuesto posible, fuente propia, el
tercer partido político; parte I, Eduardo Alas.
A este otro cuadrante donde se
podría comprender la conjetura anterior, la cual se integraría por ambos polos
del centro en armonía con el centro, basando la consolidación de atributos de
ambos espectros un tanto extremos y la mediación del centro, la conformación de
cúpulas de poder tenue respecto a las extremas donde se ha desarrollado con
mayor énfasis en las últimas dos décadas. Se crea así el tercer partido
político con un bloque ideológico pragmático y variable.
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